Matt McCrady: eran las 11 con 50 pm una noche tormentosa del 3 de Octubre del 2010, Ahí estaba Yo, solo, solo en la inmensidad de una habitación fría y oscura…. Fría y oscura pues no se había pagado la luz… por eso no había calefacción ni focos disponibles, la habitación se iluminaba con el foco del pasillo externo que atravesaba la puerta de madera y cristal, pero bueno… me encontraba perdido, inmerso dentro de la inconmensurable faz de mis pensamientos y aquella chica buenona de la revista “Hachu” que realmente provocó una reacción complicada muy adentro de mis pantalones, cuando de súbito aquella mujer entró a mi oficina…
Elena Wagner: Muy buenas Noches, mi nombre es Elena Wagner y dicen que es sumamente bueno en eso que uste hace y que lo hace muy bien, dígame ¿es eso cierto?
Matt McCrady: quizá sabía que me traía algo entre manos… en realidad no tenía idea sobre que estaba hablando la misteriosa Elena Wagner, pero de lo que si estaba seguro era que traía puesto un escote realmente pronunciado. Aquella mujer era delgada, alta de tez morena, pero poseía un par de ojos Verdes que te desnudaban y llegaban a lo más profundo de tu ser con solo una mirada, cubiertos por esas masivas pestañas que acentuaban muy finamente sus rasgos faciales. Piernas Largas, labios gruesos, sonrisa perfecta, hoyuelos en las mejillas, y cabello castaño, claro y largo, traía consigo un entallado vestido sin mangas rojo que le rozaba aquellos muy bien torneados muslos, cubierta por una gabardina negra abierta, y adornada con un sombrero de diseñador, y unas zapatillas de tacón alto. Entonces Pregunté con habida curiosidad: ¿qué chin…?
Elena Wagner: así es, la gente habla y las calles me han dicho que es usted un detective sumamente eficaz y… el más barato de la zona, ¿no es así detective Matías Marco Cadete, mejor conocido como Matt McCrady?
Matt McCrady: y… ¿quien es usted? ¿Qué demonios hace en mi cubículo? ¿Qué no sabe que el despacho ya está cerrado?, además hoy es mi cumpleaños y si me largo enseguida aún podré alcanzar abierto un súper Bara para comprarme un pastelito relleno y así festejar mi trigésimo octava vuelta alrededor del sol. Así que con su permiso.
Elena Wagner: ¡aguarde! Es usted tan arrogante y miserable como me habían informado, lo cual me alegra un poco, confirma que encontré a la persona adecuada. Yo soy una mujer que lo tenía todo, Dinero, trabajo, fama, reconocimiento, familia, dignidad y lo más importante Felicidad, pero ahora lo he perdido, tengo sed de venganza y lo único que tengo es un pequeño indicio de quien pudo ser el asesino de mi esposo y así también el plagiario de mi vida, sueños e ilusiones.
Matt McCrady: ¡ha! Señora mía, discúlpeme usted pero en esta ciudad sin dinero no se da servicio, ya debería saberlo.
Salí de la habitación y bajé las escaleras, pero Zara me siguió y desde el barandal gritó…
Elena Wagner: ¡maldito! ¡Maldito Cobarde! ¿Como puede ser tan inhumano? ¡Mediocre!... le ruego q haga su trabajo… no debería tratarme así.
Matt McCrady: me encontraba al pie de la Escalera abriendo el cerrojo de aquella puerta de herrería desgastada cuando calló sobre mi hombro un papel desgastado, me agaché a recogerlo y noté que era una foto vieja de un hombre bien vestido, elegante, con expresión recia y mirada intimidante.
Elena Wagner: Se llamaba Urien Wagner, mi difunto esposo, general de alto rango en la milicia y mayor en Logística y Ciencia Política. ¿Qué sabe de el?
Matt McCrady: solo se que era político y lógicamente murió por santo… Dije en un tono sarcástico.
Elena Wagner: entonces… ¿te interesa?
Matt McCrady: Posiblemente. Contesté tan rápido me percaté que en el bolsillo izquierdo de mi chaqueta no había monedas para abordar el suburbano.
Matt McCrady: Escucho… Y así me interesé por aquél misterioso caso del asesinato de un Político Ex Marine y agente del Gobierno.
Elena Wagner: Sube, mi chofer el señor Sam Twich nos llevará a la mansión en la cual le explicaré los detalles del crimen.
Matt McCrady: y una vez más, no estaba seguro de nada, aún tenía muchas preguntas sin resolver como: ¿que demonios hacía yo en un Automóvil directo a una mansión en las zonas residenciales de la ciudad?, ¿Qué año será el Cadilac en el que nos montamos? Y me pregunto si nos podríamos detener en un súper Bara, pues aún tenía ganas de un Pingüino.
Al fin llegamos a la mansión, entramos al salón del bar, donde ella se sirvió un escocés y se sentó en la barra, me ofreció un trago y asentí con la cabeza, encendí un cigarrillo y también encendí el de ella… entonces comenzó…
Elena Wagner: sucedió hace poco menos de 2 semanas, nos encontrábamos en Restaurante Fino, con música en vivo y una excelente atención del personal, ¿lo conoces? Está por El World Trade Center.
Matt McCrady: seguro, es el Tony´s ¿no?
Elena Wagner: ¡si ese mismo! Ahí nos atacaron y lo asesinaron, apenas huí, nadie más supo de mi después.
Matt McCrady: de inmediato congeniamos a la perfección, nos sentimos acogidos por el calor de la calefacción y yo solo podía ver esos ojos color esmeralda que me llamaban, pedían que les diera vida.
Me acerqué lentamente y así ella también a mi, no entiendo por que mi despreciable hedor a axila con agua de lluvia no la ahuyentó de mi, así comprendí lo desesperada que estaba.
Elena Wagner: vamos Bésame, hazme tuya, ¿no me deseas?
Matt McCrady: y una vez más lo hice, me acosté con la clienta, esa noche no sabía que también me acostaría con la victima.
Estoy en Una lujosa habitación de una lujosa Mansión de una horrible ciudad, pero estoy mirando a una diosa, me dice que me desea, no voy a perder ni un instante pensando en mi racha de buena suerte
Elena Wagner: (susurrando) como te deseo.
Matt McCrady: Así deberían oler los Ángeles, la mujer perfecta, la diosa.
Elena Wagner: (susurrando) te necesito.
Matt McCrady: Elena, dice que se llama Elena…
3 horas después mi cabeza parece varias tallas más grande siento esa cosa fría en mi estomago y veo que Elena está muerta, ni una sola marca, hay que tomarle el pulso o hay que ver que sus senos perfectos no se mueven como si estuviera respirando, la mataron y yo estaba aquí cuando pasó, a su lado, tan ebrio como ella. ¡Maldición Elena! Quien eras y quien te quería muerta, ¿Quién eras además de un ángel de compasión dándole a un fracasado como yo la noche de su vida?, lo cierto es que no fue por mi belleza, ¿por que esta noche en la oficina?, ¿por que tanta amabilidad y bondad Elena? .
(Sirenas de Patrulla)
Matt McCrady: La policía, revelan demasiado, al llegar, cuando nadie más que el asesino y yo sabemos del crimen, alguien pagó mucho por esta trampa.
No hay razón para ser discreto, No hay razón para no hacerlo… más que a mi modo.
Quien te hizo esto va a pagar Elena…
Matt McCrady: no se por que moriste Elena, no se como ni por que no te había conocido antes de hoy, pero fuiste una amiga y mas cuando la necesité.
Cuando sepa quien lo hizo no morirá rápido y en silencio como tu, seré ruidoso y asqueroso, mi muerte favorita, cuando sus ojos se apaguen el infierno al que irá parecerá el paraíso después de lo que le habré hecho… Te Amo Elena.
…continuará.
viernes, 28 de agosto de 2009
Titulo: Opcional “McCrady”
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